Semana 29

febrero 18, 2019
2 min read

Esta semana estuve completamente afónica y creo que, jamás en la vida, me había dado cuenta de cuanto disfruto hablar, cantar, reírme, decir bromas y hasta discutir. Y es que la salud es algo que damos por hecho, sin valorarlo realmente, hasta que la perdemos.

Soy de las personas que le encanta platicar, ya sea con mi esposo, con amigos o familia por teléfono y, a pesar de no tener amigos en esta ciudad, en cuanto tengo la oportunidad de hablar con alguien, aunque sea un extraño, la aprovecho. Además que no es nada raro que alguien me encuentre cantando o riéndome sin nadie a mi alrededor.

Así que el no poder expresarme cómo y cuando quiero, me ha llenado de frustración y negatividad, tanto así, que un día me descubrí sumamente enojada conmigo misma por no mejorar. Me di cuenta con que facilidad caigo en ese mal hábito de dejar de lado todo lo que si tengo, para sólo enfocarme en lo que me hace falta.

Dicen por ahí, que ser agradecido genera positividad, así que me di a la tarea de cambiar de actitud y comenzar a ser agradecida. Agradecida porque sólo es un resfriado; tedioso sí, pero nada grave; agradecida por este tiempo de recuperación que me ha permitido consentirme y descansar,  agradecida por el silencio que me ha permitido poner en orden mis pensamientos, agradecida porque tengo un esposo que me procura cuidados, agradecida porque tengo familia y amigos que, sin importar la distancia, están pendientes de mí y que disfruto platicar con ellos.

En pocos minutos, mi perspectiva cambió completamente, ser agradecida me hizo comprender que soy una persona afortunada, un poco enferma, pero en realidad muy afortunada.

Comments

Landy

Te adooooooroooooo espero que estés mucho mejor ♥️

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *