Semana 17

Esta semana en cita con mi psicóloga me quejé amargamente sobre la actitud de mi esposo ante mis nuevos hábitos, no me apoya, fueron mis palabras; la realidad es que me apoya, pero «a su manera» y no de acuerdo a mis expectativas.

Me di cuenta que los que iniciamos un proceso para cambiar de estilo de alimentación buscamos apoyo en nuestra pareja o familia, quienes en muchas ocasiones, no saben qué es lo que necesitamos, ni cómo pueden dárnoslo. Y es que ¿cómo saberlo? si nosotros no lo expresamos.

Así que, como ya saben, agarré mi libretita y le escribí una carta a mi esposo, para expresarle mis necesidades y decirle por qué es tan importante su apoyo. No pretendo aburrirlos con toda la carta, pero aquí les dejo un pedazo:

No te estoy pidiendo que me arrebates la comida de la boca, ni que me tires un sermón cada que termine mi cita con la nutrióloga y te cuente cómo me fue. Tampoco quiero que cuando me veas triste por no bajar de peso me regales un pastel «de consolación», ni me invites tacos para «celebrar» cuando consigo bajar unos gramos.

Lo que necesito es comprensión, me gustaría que entiendas que estoy en una lucha constante conmigo misma, que todo el tiempo peleo contra mis antojos; así que no me quedan fuerzas para pelear contra los tuyos; además que siempre lucho contra esas ganas de comer “otro poquito mas”, aunque esté satisfecha y me aguanto las ganas de ir a ese restaurante que tanto me gusta; que cada que me invitas, tengo que armarme de valor para decirte ¡no gracias!, aunque en realidad estoy salivando de solo pensarlo.

También quiero que sepas que lucho contra la falta de motivación; y así como tengo días llenos de optimismo, tengo días terribles donde quiero tirar la toalla y unas palabras de aliento tuyas me levantarían el ánimo, que me recuerdes los motivos por los que elegí iniciar éste cambio o que me eches porras para que jamás me rinda.

Aunque sé que esta meta es solamente mía, me encantaría saber que cuento contigo para cumplirla.

Para mi esposo, recibir esta carta fue una sorpresa, porque en su mente, él me apoyaba completamente, pero estoy segura que ahora que sabe lo que realmente espero, podemos empezar a construirnos en lugar de destruirnos.