Dicen que cuidado con lo que deseas porque se te puede cumplir. Meses atrás me había hecho la promesa de, si o si, ir a México este mes en específico, pero con el cambio de estado, mi plan se vio completamente frustrado.
Hace unos días recibí una llamada de mi mamá explicándome que necesitaba hacerse una cirugía y que, en conjunto con el doctor, había decidido que fuera inmediata. Sin pensarlo dos veces compré mis boletos de avión, hasta el momento sin fecha de retorno.
Por respeto a la privacidad de mi madre, no daré detalles y sólo les platicaré como lo viví de mi lado. Durante la cirugía fueron horas muy tensas, no sabía si caminar, quedarme sentada, platicar, estar callada o ¡comer!. «Casualmente» a un lado del hospital había una tienda llena de dulces, y del otro lado un pequeño restaurante con toda clase de antojitos mexicanos. En esos momentos de tanta ansiedad pensé que lo único que podía calmarme era la comida, así que me olvidé de la dieta e hice una parada en ambos. Si esto hubiera sido una prueba, claramente ¡fallé!
Cuando mi mamá salió de la cirugía y la pasaron a la habitación, algo se liberó dentro de mí; al verla me albergó la tranquilidad, aunque ahora venía mi parte, brindarle cuidados. Cuidar de mi mamá me aterraba, ya que soy bastante inexperta y el temor a hacer algo incorrecto y lastimarla me paralizaba.
De repente una vocecita traicionera comenzó a decirme “comámonos una torta gigante para agarrar valor”, esas palabras resonaban en mi cabeza, “agarrar valor”, se me hizo completamente ¡absurdo!, ¿cómo una torta gigante me daría el valor que necesito para cuidar de mi mamá?
Me di cuenta que mi mente busca cualquier pretexto para refugiarse en la comida y si yo no me hago responsable de tomar el control de mis pensamientos, seguiré recurriendo a la comida como mi salvavidas. Era el momento de actuar, así que mandé a callar esa voz incoherente y la reemplacé con una frase que me encanta, “siente el miedo y hazlo de todas formas”. A una semana de la cirugía puedo decir que mi mamá se siente cada vez mejor y yo he logrado superar mi miedo a cuidar de ella.
Hola Gina, «una torta para agarrar valor»; señorita te he leído desde tu primer post, interno y público y tú eres más que eso; recuerda el poder que tiene tu mente y que ella siempre te querrá dominar, excusar o justificar; pues nooo, tu tienes tu objetivo y estuvo muy bien; no necesitas de eso para hacer tus cosas, para agarrar valor sólo necesitas tener la seguridad de que cada paso te acerca a la meta y eso depende de ti. Un abrazo.