Semana 39

mayo 6, 2019
2 min read

Creo que ya he comentado varias veces, que uno de mis más grandes miedos es fallarme a mi misma, de hecho existe un pensamiento constante en mi mente que dice, “por favor no te falles”.

Platicando con mi psicóloga al respecto, me preguntó ¿por qué te fallarías? Lo que me dejó reflexionando sobre la poca tolerancia que me tengo y lo propensa que soy a frustrarme conmigo misma; ya sea cuando algo no me sale como quiero, o me sale mal, cuando no reacciono como “debería” ante una situación, o simplemente cuando las cosas no suceden.

Y es que creo que nadie me enseñó que con la primer persona con la que debo ser paciente, es conmigo misma. Con esto en mente, decidí tener una nueva práctica en mi día a día, que consiste en “darme permiso”

Así es, darme permiso de equivocarme, de sentirme molesta y expresarlo, de experimentar estar triste sin tener que poner cara de “no pasa nada”, de estar confundida, de no saber qué hacer y aceptar que no tengo las respuestas para todo, de tener mi propia opinión, de estar cansada y hasta darme permiso de tener hambre.

Hacer esto, me ha hecho ser más tolerante conmigo misma, con menos reproches y menos culpas, porque ya quiero dejar de presionarme para no fallarme, y mejor quiero aceptar que no soy perfecta y me doy permiso de no serlo.

Comments

Gabriela

Muy buena reflexión….

Gabriela

Excelente reflexión….

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *