Semana 59

noviembre 4, 2019
2 min read

Hace unos días tuve una discusión con alguien que me dejó realmente molesta. Al terminar la conversación, me levanté de mi lugar y con pasos pesados me dirigí en automático al refrigerador, como si este me estuviera atrayendo con un imán

Abrí el refrigerador en busca de comida chatarra y al descubrir que no había nada de eso, comencé a sacar todo lo que podía; estaba poseída por el mismo pensamiento, “me voy a devorar todo lo que encuentre”.

Con toda la comida sobre la barra, de repente tuve un flash back de esta misma sensación, pero muchísimos años atrás. Una niña de primaria, enojada, corriendo hacia la tiendita del colegio para comprar bocadines y meterse al mismo tiempo a la boca todos los que pudiera.

Algo muy curioso es que en ese entonces no me gustaba el chocolate ni el cacahuate y justamente, ese dulce que compraba está hecho de ambas cosas, o sea que ni me gustaba comerlo pero aún así lo hacía.

Entonces pude ver que agredirme con comida no era nada nuevo, pero sí es algo que quiero dejar de hacer

Así que hice una pausa, respiré profundo y fui guardando toda la comida que había sacado poco a poco, recordándome que no merezco hacerme eso a mí misma, que la única perjudicada por ese atracón soy yo, y que debo trabajar en expresar mejor mis emociones.

Comments

Roxana

Wowww leía tu blog y era como leerme, llevo 24 kilos ganados y bien sufridos, no salgo con amigas y me da vergüenza ir al gym ( si salto se me mueve todo 😢)… Gracias por tu blog.

maribel

Hola! me lei todo tu blog!! y super identificada! En estos momentos librando la dura batalla de los kilos de mas!! ahi vamos! me encantan los dibujos!! saludos!

Landy

Tu puedes, eres mucho más fuerte que esa sensación ❤️, te adoroooo soy tu fan… Te vez super bien amiga!así que sigue no pares! ❤️

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